jueves, 30 de agosto de 2007

Reivindiquemos a Verón


Yo era uno de los que se las había agarrado con Juan Sebastián Verón, después de su poco feliz participación en el Mundial de 2002. Qué Copa del Mundo más fría, por Dios; ni los horarios de los partidos ayudaban... Después de la eliminación temprana/papelón, creo que sólo veía los goles de los demás partidos en algún noticiero a la noche, cuando de más está aclarar que, con hora de Europa por ejemplo, te veo un Marruecos-Suecia con previa de los Bambinos incluida, je...
Volvamos a Verón.
Fue acusado de traidor, inglés (?), pecho frío, entre otras cosas. Luego reconoció que su error fue haber jugado igual, cuando no se encontraba en su plenitud física. Eso fue lo verdaderamente reprochable, aunque quién sale en un Mundial sin estar "muerto"? Sí, claro, Abbondanzieri...

Después vino a poner la carita igual, en Eliminatorias, ante un Monumental que lo silbaba permanentemente, y se portó como un señorito inglés (perdón por el chiste fácil...): nunca una palabra de más, ni en caliente, para con la gente que lo maltrataba.

Pero su obra más grande estaba por llegar. Un día, Juan S. Verón decidió volver a jugar en el país. No, no era que estaba necesitando minutos de fútbol porque la Serie C del Calcio no le resultaba muy competitiva... Tampoco se debía a una mala relación con un DT que lo tenía colgado. Verón jugaba en el Inter, era titular indiscutido y tuvo que rechazar varias ofertas que lo seducían para extender el vínculo con el equipo de Milán (no, no era el Inter de Porto Alegre, era el de Milán).

Son pocos los casos de jugadores argentinos que regresan de Europa a los 31 años y en buen nivel, tan pocos que ahora no recuerdo ninguno. Nos tienen acostumbrados con una vuelta a los 34-35 años, con suerte, para retirarse en su club querido. Nooo, no quiero jugadores que vengan a retirarse a mi club!!! Quiero que vengan a jugar, a aportar su talento; no que vengan a "quemar sus últimos cartuchos".

Verón y su obra cumbre se conocieron cuando, seducido por Boca y River (Macri y Aguilar se frotaban las manos), sorprendió a todos y volvió a su casa: Estudiantes. Ni los euros del Inter, ni las promesas de Macri, Pompilio, Aguilar y Cía.
El tipo volvió al club que lo formó, a los 31 años, en gran nivel y hasta salió campeón. Bingo!
Basta para mí.
Chau, me voy a hacer la bandera: "Perdón Bruja"

2 comentarios:

8 mentiroso dijo...

Si es en serio...que lindo chiste (?)

zepequeno dijo...

8 mentiroso: lamento desilusionarte...pero no es ningún chiste